Murió Eduardo Bakchellián, fundador de Gatic

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Ha trascendido en redes sociales el fallecimiento del empresario Eduardo Bakchellián, recordado por su paso en Coronel Suárez. La nooticia establece que ha fallecido don Eduardo Bakchellian, fundador de GATIC S.A. quien en 1976 tomó la decisión de instalar una fábrica de calzado en esta ciudad e impulsor del progreso en la misma en sus mejores años de explendor.

Gatic es una empresa creada por el armenio de nacimiento y argentino por adopción Eduardo Bakchellián en el año 1953. Gatic obtuvo la licencia de la empresa Adidas de Alemania para la fabricación del calzado y otros productos de esa marca en Argentina. A partir de eso Bakchellián creó una cadena nacional de comercios dedicados exclusivamente al rubro deportivo, Show Sport.

En el auge de su actividad, al comienzo de la década de 1990, Gatic empleaba más de 7.000 personas, fabricaba más de 16.000 pares diarios de calzado y tenía una veintena de fábricas distribuidas en todo el país con una superficie cubierta de unos 180.00 m². La política de apertura indiscriminada de importaciones del gobierno de Carlos Saúl Menem llevó a Gatic al borde de la quiebra.

Bakchellian fundó la firma en 1953 en un pequeño galpón de 80 metros cuadrados en la bonaerense San Martín y con apenas ocho personas. En aquellos tiempos una de sus habilidades como empresario consistió en replicar en la Argentina un hallazgo italiano: el calzado con suela de goma durable. Y el verdadero salto vino después, cuando Gatic logró en 1969 la licencia de Adidas, que fue renovando hasta el año pasado.

La compañía de los Bakchellian creció hasta tener 160.000 metros cuadrados en plantas distribuidas en 20 provincias y un plantel que sumó 8.000 personas en 1995. Pero las importaciones masivas de los años 90 casi la borran del mapa. Luego el dólar caro, que es una muralla para las importaciones, se convirtió en su mejor aliado.

Adorado, respetado y hasta odiado, lo cierto es que el distrito vivió épocas de esplendor y su emplazamiento local vivió un apogeo que nunca más, ningún empresario pudo lograr. Ser empleado de esta firma llegó a significar una carta de presentación ideal en el comercio local. Luego vino la crisis que, como siempre, se lleva la cabeza de su máximo exponente.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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